miércoles, 30 de marzo de 2011

de Zeeland a Salzburg y tiro por que me toca

y….. arrancamos!! Estas dos ultimas semanas han sido de infarto, de descontrol, de relax y de fiesta. Hace ya dos semanas y estando solo en Lelystad, ya que mi compañero se fue a su país (he disfrutado el tiempo solo, me encantaría volver a vivir solo, es una de las cosas que echo de menos de mi casa) a golpe de viernes me fui a Amsterdam, supuestamente no se iba mas que a tomar unas cañitas y a sobar que el plato fuerte venia el sábado. Pero ya se sabe como son estas cosas, empiezas en una fiesta semiprivada comiendo pan con arroz y acabas conociendo a un monton de gente nueva en una casa okupa donde hay un concierto de rock sicodélico de los 80 mientras sirven unos cocteles una holandesa y una china. Ahí conoci a la simpática amiga de “Hect Anyway”, de cuyo nombre no olvidare por tratarse de la primera “Elba” que conozco en mi vida y a los nuevos fichajes del centro de hispanohablantes, que no deja de abastecer la fiesta de amsterdam de gente. Con todo esto y después de un paseo de paquete en bicicleta, acabe quedándome dormido en el sillón a las 4 y pico de la mañana. Con el dia, el sol y el gato encima de mi me desperté. Sento lo estaba y Raquel cual pistolero vaquero apareció pegando tiros, para arrancar a todo el mundo de sus sueños mas profundos y poner rumbo al Suuuur…. El sol se alió con nosotros y nos acompañó todo el viaje… (las fotos en el facebook me dan la razón) aunque el helado y frio viento no nos dejo solos un instante. De camino a nuestro destino pasamos por el puerto mas grande de europa y no se si del mundo, pero grande es, sucio es, impresionante es… Una vez fuera del mundo de la industria, el petróleo y otras historias parecidas, nos quedaba un paisaje increíble por descubrir: playas kilométricas, llanuras bastas al mas puro estilo holandés, ciudades pequeñas, idílicos paisajes, naturaleza, fauna y flora, dunas de arena, bosque y hasta castillos. La idea era visitar el sitio en busca del lugar ideal para hacer el unofficial training. Nos quedo claro que no hay sitio mejor que este para hacerlo. Ahora solo queda buscar el sitio concreto. Espero que pronto reciba contestaciones. Renesse no es mas grande que el Batavia stad y Middelburg es un pueblo fantasma que a eso de las 6 de la tarde un sábado no encuentras a nadie por la calle. Vamos a tener que montarla fina entre nosotros. No creo que haya problema, nos bastamos y arreglamos para liarla parda por nosotros mismos. Por la noche y después de cervezas en las playas, meriendas, visitas a castillos, mojar los pies hasta la congelación en el mar y otras historias.. nos disponíamos a ver la luna mas grande de la historia de las lunas de los últimos 18 años. No vimos la luna mas grande de la historia de las lunas, pero si quizás la mas luminosa de cuantas haya visto en mucho tiempo. Las fotos quedaron increíbles, el paisaje lo merecía, una luna de las 9 de la noche que parecía un sol. Domingo fue dia de descanso, se suponía que íbamos a ir al bosque porque hacia bueno, al final fuimos a un coffie al norte de la ciudad, buscábamos uno y acabamos en otro. Parecia un furancho en vez de un coffie, al final no volvi a Almere y la partida de Risk duro 5 horas. Bendita cama. El dia siguiente fue de paseos, a pie y en bici, de chiringuito, de fotos...
La semana siguiente, que es la semana pasada solo trabaje dos días. Esa era la semana programada para mi visita después de tres años de una de mis ciudades favoritas: “Salzburg”, era la hora de visitar a Manuel después de no vernos durante mas o menos un año (desde aquel viaje relámpago a Tallinn). Y con Manuel a toda la tropa de austriacos que conozco y que me dejan ser uno mas dentro de su hábitat. Pero esta vez no iba solo. Por primera vez en los mas o menos últimos años desde que tengo uso de razón me acompañaba alguien. El Gorka. Un buen compañero de viaje al que espero tener en mas de uno. No era su primera incursión en tierras Austriacas, pero si en Salzburg y con su gente autóctona. No me defraudo. Se lo paso tan bien como yo o mas. Descubrimos algunos parajes juntos y le enseñamos otros. La casa de Manuel cada vez tiene algo nuevo, esta vez un proyector mas y un coche menos. Pero a cambio tiene una furgo fiat que nos dio la vida.
El jueves llegamos a eso de las 12, después de una larga mañana de paseos por Almere, tren hasta Schipol (con huida de un vagon incluida), de malabares en el aeropuerto… Nos esperaba un solazo de primavera. En cuanto empezamos a pasear por cerca del rio, casualidades de la vida nos empezamos a encontrar gente conocida. Las primeras cervezas del medio litro empezaron a caer, al sol de la tarde con el centro al fondo y el rio de frente. Despues del tren y ver de nuevo a la abuela de Manuel, nos hicimos un churrasquito (bendito churrasquito) en la parrilla que se mando el colega. Nos acompañaban ya Bjorn y Senki a los que tuvimos el honor de pulir al PRO 2011. El viernes fue el dia de la furgo, de pasear por los lagos, de los pueblos pintorescos, de los bocadillos en el campo, de mas litros de cerveza y de la aparición de Leo. El sábado prometia y no defraudó. Se suponía que seria el dia grande y no dejo indiferente a nadie. La mañana y mediodía fue de visita de la ciudad, de los puntos importantes, desde Mozart al Castillo. La sorpresa llego con la cervecería de los monjes Agustinos. Es algo asi como un molino a lo grande, de dimensiones espectaculares. De esa cerveza que solo puedes tomar allí, de esa jarra de litro o de medio litro que te apropias hasta el final y que debes rehusar hasta que tu conciencia deja de funcionar y te vuelves al “modo taberna”, la carne de lomo y lacon con su pancito fresco que nos sacio el hambre a los tres primeros. Nos debimos gastar allí no menos de 4 horas, el pussy man, el modo taberna, el herrero, el chulo y el aristócrata..vaya equipo!! La siguiente parada fue Harald house, que no el estudio me quedo pena no verlo, todo se andara, para la próxima sin duda. Lo arracamos de sus aposentos, no sin antes emborracharlo, para hacer un trip por Salzburg en furgo, que nos quedara a todos en la memoria… o eso espero pq alguno iba mas pallá que pacá. Fuimos al sitio de Victor, íbamos con la ilusión de una fiesta de voluntarios, volvimos con bulerías y alegrías, pero mas contentos que unas pascuas. La volvimos a montar en la furgo, estoy seguro de que Victor alucino con toda esa jauría… no me acuerdo ni cuantos íbamos en ese momento. Ya lloviendo salimos a indagar en la noche de la ciudad intentando encontrar un sitio seco en el que darlo todo. No tardamos mucho en encontrarlo. El primero fue mas bien tranquilo, el segundo ya fue apoteósico. Y en eso llegaron 3. Solo me acordaba de una. Y ella se acordaba de mi pero no había hablado nada con ella la primera vez que nos vimos. Según ella solo había hablado con su amiga, a la cual no recordaba. Poco a poco y atando hilos recordé prácticamente todo (todo es imposible, porque aquella noche del verano de 2008 cuando España salió campeona, no recuerdo todo) Anja (muy maja), Ursula (un encanto) y Sarah (no tuve oportunidad de charlar con ella). A partir de ahí la noche mejoro. La fiesta aumentando hasta que pararon la música, mi reloj marcaba las 3 y media, sin embargo eran las 4:30 am pero yo no lo sabia. Eso fue lo que desbarato absolutamente todo. Nos volvimos a casa esperando tomarnos allí la ultima, al final no pudo ser, Bjorn en Mattsee, Leo en su casa, nosotros tres en la nuestra, el resto en sus respectivas. Levantarse el domingo después de haber llegado a las 7 de la mañana no era cosa fácil. Un desayuno a golpe de 2 de la tarde, una peli y unos espaguetis. Bajamos al taller a hacernos unos llaveros con clavos, un curro con mucho glamour. El lunes amaneció a eso de las 6 y media de la mañana. Senki nos dejo en medio de la nada para coger un tren, que nos llevaría a coger un bus, que a su vez nos llevo a coger un avión. Nada mas llegar a Amsterdam nos dieron la bienvenida con una despedida. Giovana abandonaba. Espero que sea mas feliz en Grecia de lo que lo era estos últimos meses aquí. Suerte Giovanita.

lunes, 7 de marzo de 2011

Los jipitanos, la ladybird y el imperdible

Esta historia comienza con un pulpo y termina con unas alitas de pollo. El pulpo que se habían comprado estos en una pescadería de Ámsterdam gracias a la inestimable ayuda de unas señoras mayores de origen gallego a las que Sento enseña a utilizar el móvil táctil (una odisea según el, doy fe, todos saben que era profesor de informática para jubilados, antes de venir aquí). Pulpo y choco… no nos olvidemos… el cocinero para ser de Logroño muy bien. 40 minutos justos. Pulpo a “feira” y a la vinagreta (que no lo había probado así nunca), el choco no me acuerdo, pero estaba bueno. Después de esto una partida al poker. Hacia mil y un años que no jugaba. Gané. Al final solo nos quedamos Ana y yo y a la segunda mano nos lo jugamos todo al “all in”, gané con un trío de 5. Unas risas y a dormir, que la idea era levantarse temprano ir al super, coger a Alba y tirar millas dirección sur. El viaje medio adormilado pero rápido, dos horitas mas o menos. Cuando llegamos a Maastricht y salimos del coche – 2 grados máximo. Sabíamos que lo íbamos a pasar mal, pero aun asi lo dimos todo. La ciudad engalanada de rojo, amarillo y verde. Que dices tu, esto es mu reggae, mu del color del Bob Marley, y la gente por la calle con ropajes de los mismos colores, pasacalles con disfraces de los mismos colores… oye pos será la bandera. Pos no. Son los colores del carnaval de Maastricht, nos lo contó un asturiano afincado en la ciudad desde hace mas de 42 años que nos encontramos en un bar y nos invito a unas birras. Ahí ya estábamos el equipo completo y con el calimotxo hecho (que no era “el conquistador” pero era de carton) y recorrido media ciudad. El equipo consistía de 4 jipitanos (Sento y primo Jordi y Paula y prima Roser) la ladybird (alba) y yo… el imperdible (no literalmete, pero iba de naranja con reflectantes, por no perder los orígenes y un gorro de papanuel, vamos que era imposible perderme). Nos dimos un rule alrededor para sacar dinero y mientras pasábamos por delante de un bar a la 1 de la tarde ponían la “cucaracha” y tenia buena pinta. Y dirás tu, pos oye nos podemos tomar ahí un vino… pos no!! Entramos, una birra y a los cinco minutos estábamos bailando el waka waka que le habíamos pedido al dj… Si es que no se nos puede dejar empezar a beber a las 11 de la mañana, luego así andamos. Nada que eran las 3 y aun estábamos allí, dándolo todo, rellenando el vaso desde la mochila con motxo y birra. A las 4 empezaba el cotarro, en un recinto cerrado, en el que supuestamente no podías meter bebidas, vimos a unos pasando una bolsa por encima de la valla.. Ese era el método, el Jordi se metió dentro, Sento le paso la bolsa y a jugar. Casi nos cacha la policía, pero entramos por la salida y nadie nos registró. No se que hicimos hasta que se hizo de noche, creo que volvimos al bar de la cucaracha hasta las 7 u 8 de la tarde y después encontramos una plaza en la que estuvimos tiraos hasta que decidimos tirar de nuevo. Entre medias hable con el Juanma, al que luego me encontré y no volví a ver mas, y un tipo que parecía recién llegado de New Orleans se comió unos Sándwiches con la Ladybird. Entre paradas para comer (patatas, McDonald, sándwiches, gofres….) y los pasos por el bar de la cucaracha paso parte de la noche. Después de un bar de viejos bailando pasodobles “in dutch” esa música folclórica holandesa que aun me retumba en la cabeza, encontramos el bacalao del bacalao. Corría la droga por cuanta esquina había… y la mayoría de los que allí estaban italianos y españoles.. Como no. El turco italiano, el calvo que se quería follar el bafle, el trapichero, todos los que hablaban español sin serlo, el Jordi buscando sitio pa dormir…en fin… el ultimo garito. Salí porque ya estaba de mala ostia allí dentro. Sentado en la calle conocí a varios personajes, el rumano que se marcho con la francesita y volvió solo a los 5 min, el mallorquín de Erasmus en Innsbruck, el trapichero de la moto… Y ahí fue cuando vi “LA BICICLETA”. Una bicicleta que brillaba esplendorosa en la calle. Apoyada sobre su pata y sin candar. La primera persona que salió del bar se quedo embobada mirándola… oooh que bicicleta mas bonita, es como la que me acabo de comprar. Píllatela que esta sin candar. No que yo no soy de robar. Y después de este verso sin nombre apareció Jordi. El cual embobado mirándola le dije, esta sin candar, se puede robar. Y el después de temblar, dijo: “pos me la llevo”. Con tan mala suerte que se la llevo en dirección contraria a donde teníamos el coche. Asique anduvimos como 2 horas perdidos por Maastricht para encontrar el estación de tren. Sento hablaba de para la derecha y ala izquierda. Yo le decía, NO, para el otro lado. Después de preguntar, el que tenía razón era yo. Por el camino de vuelta nos encontramos, cabras, cisnes un burro, una tirolesa borracha tirada en la acera, hermosos canales… Al llegar a la estación llamamos a las jipitanas y la ladybird que se habían pirado antes y las pobres estaban en un hostal. Nos supo mal que no hubiesen podido coger el tren a su hora para volver a Ámsterdam. No podíamos dormir en el parking y la bici había que meterla en el coche, asique lo metimos todo y arrancamos. Con tan mala suerte que en un momento dado, la ciudad desapareció y alrededor solo había campos yermos y bastas praderas oscuras e íbamos pasando pueblos sin ton ni son. Pedí el mapa, estábamos camino de Bélgica. Paramos en un polígono industrial, sacaron la tienda y dormimos todos en el coche, como si de un tetris se tratara. Dormir birra dormir. Ya con sol y con la tienda metida de nuevo en el coche tiramos millas hacia la capital de nuevo. El día fue de domingo. Tiraos roncando a ratos, comiendo a ratos y fumando a ratos, una guitarra eléctrica, una pata de cabra. Un pin pon… la mesa más pequeña se nota demasiado y la cena unas alitas de pollo y el monologo. La siesta del borrego y con sol esta mañana directos a casa. ¿Qué clase de historia estaría contando ahora si no hubiésemos tenido pre-departure training? No lo sé, pero estoy seguro de que no la cambiaba.